Durante la tarde de este 13 de septiembre, todas las familias judías alrededor del mundo encenderán las luces para recibir el Año Nuevo Judío o Rosh Hashaná. La comunidad judía celebra el ingreso a su año 5776, llena de esperanza y anhelos para concretar en sus nuevos 365 días que Dios les regala.
Si yo, como goya (no judía), estaba emocionada por encontrar mi nombre en las botellas de Coca Cola, pues un judío se siente súper mimado con la edición limitada de botellas que tienen el diseño del shofar. Y es que el shofar cumple un papel importante en las tradiciones por el Rosh Hashaná, pues puedes escucharlo en la sinagoga, celebrando la llegada del nuevo año.
Otra tradición que puedes observar durante esta importante fiesta es disfrutar de sumergir la manzana en miel, probablemente una de las partes más dulces de esta celebración. Así también, es muy común ir a un río y botar todo lo que tienes en el bolsillo ahí, como una expresión de dejar atrás los pecados y las malas acciones del año que acaba de terminar.
De acuerdo al calendario hebreo, el año nuevo judío se celebra el 1 de Tishrei, y también se conoce como el Día del Juicio, porque todos los hombres serán separados por Dios en tres libros, el primero para los malos, el segundo para los buenos, y el último para quienes tendrán su juicio durante el Yom Kippur.
Ser judío es la suma de una aventurera e intensa historia, de curiosas tradiciones, de festejar la vida, y prevenir la muerte. Este 13 de septiembre, Israel y todos sus hijos esparcidos en el globo, celebran un nuevo año, de luchar por un presente y futuro mejor, de defender la casa, y recibir a extranjeros. Celebran un año más de mantenerse firmes en sus creencias, y de incluir al mundo en las mismas.
A la comunidad judía, que cuando el momento ha llegado, aquí o en Israel, me ha recibido con los brazos abiertos:
Leshana Tova Tekatev v’etachetem
Sean inscritos en un dulce y buen año nuevo!