No escribo mucho de mi mamá, porque describirla es hablar de los dos maravillosos seres que la criaron, y como ya no están conmigo, se me encoge el corazón de la pena, pero mi mamá se merece mucho más que un artículo, se merece – al igual que la tuya – ser honrada todos los días de su vida, no solo un domingo al año.
Ima – mamá en hebreo, y así la llamo yo – a veces es un poco impositiva con sus consejos y yo soy una terca por naturaleza, eso resulta en ella pensando que no la escucho, pero sí lo hago, y un gran porcentaje de mis decisiones están basadas en algo que ella me dijo. Ella no tiene idea de cómo han calado sus enseñanzas en mi vida, ni se lo imagina.
Independencia y perseverancia
Si me conoces personalmente sabes que soy una hija de mami, pero también sabes que nadie mejor que mi ima para empoderarme en la vida. Ella me llevó a mi primera clase de francés a regañadientes, y se sentó con una sonrisa de satisfacción al darse cuenta que no quería dejar de aprender el idioma (y futuros idiomas). Es por ella que comencé a adelantar cursos en la universidad y cuando surgieron obstáculos, me ayudó a armar un plan. Gracias a ella me gradué una promoción antes.
Pasó noches en vela a mi lado mientras hacía mis proyectos, o cuando le daba sentido a mi tesis. Nunca me ha dejado rendirme, y me ha hecho pensar que no hay imposibles si me lo dispongo. Me ha jalado las orejas cuando he descuidado mi relación con Dios, por si no lo sabías, soy cristiana.
Cuando RandomAna nació no pensé que sería tan importante para mí como lo es ahora, he conseguido algunas entrevistas importantes, y he escrito sobre temas que no pensé que lo haría. Cuando me arriesgué a entrar a trabajar como periodista hace unos meses, tampoco pensé que me gustaría tanto – o que podría con la responsabilidad -, y todo esto, porque mi fan número 1, me dijo que podía. «Lánzate nomas«, sería su frase cuando algo me da miedo.

Amistad y amor
Mamá conoce a todos mis amigos – aún hasta los que están fuera del país – y en definitiva ha conocido a todos los potenciales Señor Random. Ima me enseñó a no juzgar sin conocer la historia de la gente, aún así, ella no necesita mucha información para saber que ciertas personas no me convienen, curiosamente, los amigos y señores random que no se quedaron, ya habían sido descartados por ella desde el día uno.
«Que te guste medio mundo, pero a nadie le des tu corazón», serían las palabras de mi mamá cuando le conté que me gustaba un chico del colegio, y sí, me han gustado un MONTÓN de chicos, pero ninguno se ha llevado, aún, un pedazo de mí. Fue ima la que me enseñó a racionalizar un poco el amor, que de cursilería uno no vive.
Y existe un amor más grande que solo una ima lo siente, uno por el que tengo curiosidad pero aún no sé si llegaré a experimentar. Ese amor incondicional hacia la criatura que uno gesta por cerca de 9 meses para verlo crecer en la vida. Ese amor, que en mi caso, te enseña a caminar dos veces, cuando eres una bebé, y luego de que te rompes el tobillo bajando las escaleras.
Mamá me hizo rara, y se lo agradezco, me crío fiel a mis valores y principios. Me enseñó a defender mis ideas y pelear mis sueños. Me mostró como no dejar que pisoteen mi ética y mi moral. Me enseñó a ser una lady ama de casa, pero también a salir y ganarme un espacio en este mundo gobernado por hombres.
En resumen, mamá me enseñó el valor de ser mujer.
Feliz día a todas las madres, que como la mía, han criado una mujer (o un varón, si aplica) que no encaja en el molde, porque marca su propio paso.
Feliz día, Ima.