• Comentarios de la entrada:1 comentario

(Read en English) Alguna vez alguien me dijo: ¿Sabes cuál es el mejor año para una mujer? El año que esté viviendo. Y así lo siento hoy, viviendo la aventura, no de llegar a algún lugar, sino de disfrutar por donde voy pasando.

Pensé en escribir las 22 lecciones que aprendí estos últimos 365 días, y luego me di cuenta que era una lista larga, que ni yo tenía ganas de escribir, y mucho menos leer, así que resumo lo que los dos patitos me dejaron, en unas cuantas de enseñanzas.

Córtate el cabello/Píntate el cabello.

Un mes después de cumplir los 22 me harté del cabello largo, venía sopesando la idea varios meses. Un día, fui y lo hice, pero aparentemente no lo corté lo suficiente porque NADIE lo notó.

Luego de mi accidente decidí hacer el cambio aún más radical, total, si no me gustaba, nadie lo vería durante los dos meses de baja que tenía. Resulta que sí me gustó. Volví al trabajo con un corte bob, un mechón rojo, y la confianza que ganas cuando dejaste la melena de león, por un corte de niño.

cortes de cabello (2)
Metamorfosis capilar

Estoy en proceso de dejarlo crecer, pero solo para hacer otras cosas locas que quizá no tenía el valor de hacerlas antes. Cuando una mujer modifica su cabello, modifica su vida. Lo leí por ahí alguna vez, y hoy creo que es cierto.

Aprende a llevar orgullosa tus cicatrices, todas ellas. 

Existen dos tipos de cicatrices, las emocionales y las físicas; y ambas son casi igualmente difíciles de enfrentar y de sobrellevar. Las primeras las vamos acumulando por diferentes episodios de nuestras vidas, y se las mostramos solo a aquellos que logran superar nuestras barreras y ganarse nuestra confianza. Son también las más fáciles de ocultar.

Las segundas son las más complicadas de esconder, normalmente van acompañadas de una experiencia poca placenteras para ti, y que involucró médicos, sangre y utensilios quirúrgicos. En mayo del año pasado decidí bajar las escaleras con estilo y me rompí el peroné. Para hacer corta la historia, tengo una cicatriz de casi 10 centímetros en el tobillo.

IMG-20150527-WA0004
Tadá!

Mostrarla no es fácil, sobretodo si no te gusta ser el centro de atención. Para sorpresa mía, luego de mi crisis interna sobre si ponerme o no vestido para ir al trabajo, solo notaron la cicatriz como 2 meses después de dejarla al descubierto. Tus cicatrices son el recuerdo de las batallas que ganaste, o estás por ganar, muéstralas con orgullo.

Vive por presupuesto, no por emociones

Recibí mi primer sueldo oficial en el mismo mes que cumplí los 22, y sí, mi primer pensamiento fue: shopping masivo, shopping masivo, shopping masivo, pero claro, la voz de mi conciencia, y el vivir con tres economistas me pinchó el globo. Llegué a casa, abrí un excel, armé mi cuadro de presupuesto, y aprendí que si lo que quiero no cumple los requisitos básicos para ocupar una categoría, simplemente no se compra. Sí, aún compro cositas que a veces no tienen mucho sentido, pero sí, tengo ahorros y puedo darme pequeños lujos (programados) de vez en cuando.

QuickMemo+_2015-08-19-22-19-24
Gracias BCP por engreírme tanto 🙂

Las tarjetas de crédito no es dinero ilimitado, es un préstamo personal que te va a salir caro si no vives por presupuesto. Y por chiclé que suene, no hablo por experiencia propia, pero si escribí aquí sobre mi primera tarjeta de crédito, y en un periódico virtual de España, Economía Abierta. Sí, mi primera tarjeta de crédito fue con el BCP y con diseño de Batman #felicidadtotal.

Sé egoísta contigo misma. Enamórate primero de ti. 

Que te guste alguien no significa que tengas que estar con él, que le digas que te gusta no lo obliga automáticamente a corresponderte, y sí, pueden ser amigos, porque créeme el gusto pasa. Sal en citas. No te enamores. Disfruta del almuerzo/cena. Conversa de todo con la persona que te invitó a salir, pero entiende esto, una cita no te obliga a una relación. Conócete a ti misma en todos tus aspectos.

Inscríbete al gimnasio, y no como la típica meta de año nuevo, no. Escoge la clase que te gusta, has solo lo que te haga sentir cómoda. He aprendido que las clases de baile no son para mí, pero 1 hora de combat me hace sentir mejor conmigo misma. Me gusta hacer cardio en la corredora, y me estresa seguir el papelito con la rutina de máquinas, pero hago mi esfuerzo algunos días, otros solamente corro.

FB_IMG_1437164532740-1
Robado de word porn (FB)

Este último año me enseñó a amarme a mi, a ponerme como prioridad por encima de el querer agradar a otras personas, o hacerlas feliz. Claro, me sigue gustando robarle sonrisas al resto, pero priorizo la mía.

Parte de crecer es enamorarte de quien eres. Y mantenerte fiel a tus principios. Sí, soy cristiana. Nací en un hogar cristiano, fui criada como tal, y no existe motivo suficiente que me haga negar mi fe, o ir en contra de lo que vengo practicando desde el vientre de mi madre.

¿Sabes qué es lo genial de mantener fiel a quién eres? Que solo las personas que te aman por lo que eres, se quedan contigo. No creo en los mejores amigos, pero si la sociedad me impone ponerles una etiqueta, los cuento con los dedos. Los valoro porque no cambian mi esencia, me permiten seguir siendo fiel a quién yo soy y a quién he puesto mi fe.

Mis 22 años estuvieron llenos de eventos impactantes, tanto buenos como malos. No cambiaría nada de lo que pasó, porque cada uno definió quien es la Ana que entra a los 23 años. Cuando mi abuelo falleció a inicios del año pasado, entendí la maravillosa vida que él había llevado, y como había llegado hasta ese momento siendo fiel a quién era, y sabiendo cuanto valía su vida, mi abuelo me enseñó muchas cosas, pero lo siguiente lo hizo sin palabras y me lo dejó para que lo descubriera sola:

Vive como un guerrero, para morir como un héroe. 

                           SI TE INTERESÓ LO QUE ACABAS DE LEER, RECUERDA QUE PUEDES  SEGUIRME EN FACEBOOK, TWITTER, O SUSCRIBIRTE A MIS ARTÍCULOS.