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En la congregación donde asisto suelen ponerle un nombre a cada año. El 2016 fue denominado el Año del Legado. ¿Qué es un Legado? Según el magnífico Google es una «Cosa material o inmaterial que se deja en testamento o se transmite de padres a hijos, de generación en generación.» Hace poco conocí a un chico fantástico, estábamos en esa hermosa etapa de conocernos, de encontrar puntos medios en nuestras historias pero todo acabó por un tema tan sencillo como importante: los valores y principios. Aquellos que forman parte del legado que recibimos.

Puedes dejar como legado muchas cosas, dinero, herencia, títulos, pero lo que importará al final del día es tu esencia, y cuánto de esta compartiste y enseñaste al resto. Aún no sé cuál es mi legado, pensé que lo tendría resulto antes que acabe el año pero no fue así. Lo que sí sé es que estoy construyendo quién soy.

Constante aprendizaje

Creo que todos vivimos en constante aprendizaje, el día que dejas de aprender, dejas de crecer. Aprendí a no colgar las llamadas – gracioso o no, este año un colega en el trabajo me colgó porque no le gustaron mis respuestas. Han pasado casi 3 semanas y aún sigo riéndome de la escena. Era alguien a quien yo consideraba maduro e interesante. Luego de la colgada de llamada, tuve que verlo para solicitarle un documento, no me miró ni habló. No importa lo molesto que estés, no cuelgas una llamada sin despedirte. NO LO HACES.

Aprendí a no amar tanto mi trabajo – Me encantaba lo que hacía hasta hace dos semanas, nunca tuve problemas en hacer un poco más de lo necesario, aún así, no fue suficiente. Aprendí mucho en mi puesto que fue mi primer trabajo, pero hay muchas cosas que no volvería a hacer, como por ejemplo no enamorarme de un trabajo que no me amará de vuelta. Cerré un ciclo en este empleo, y entendí que no puedo centrar mi vida, fuerzas ni pasión en un solo trabajo. Resulta que hay más cosas que el mismo trabajo de oficina para toda la vida.

Crecimiento cultural

Este año he viajado mucho más de lo que tenía pensado, Trujillo, Huaraz (2 veces), Ayacucho  (2 veces) y Colombia (primera vez), y quiero seguir haciéndolo. Suena a cliché pero viajar te amplia la mente, te muestra otra perspectiva de las cosas. Pasé casi 15 horas (parte de la tarde noche) a oscuras en Huamanga, y fue diferente, sin velas, sin linternas, celulares casi sin batería.

A inicios de año dije que quería leer un libro por semana, sorprendentemente este ha sido el año que menos libros he leído, pero que más cosas he hecho, creció mi blog, cubrí obras de teatro para La Escultural, hice entrevistas personales, viajé. Soy una apasionada por los libros, pero resulta que también puedes aprender al interactuar con otras personas.

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«En definitiva no soy la misma persona que cuando comenzó este año»

Zona de confort

Si bien la finalidad de RandomAna nunca fue ser un portal de noticias o periodismo, este año me animé a hacer mi primera entrevista, Mujer al Volante, luego vendrían 4 más. More Daniel Levi, Policía Chévere, Payasos de Emergencia y Macla Yamada. Yo no hago entrevistas, me encanta escribir desde la comodidad de mi sofá y a mi propio tiempo, pero fue un reto, y me gustó.

No puedes ver pasar tu vida por delante mientras estás escondido en la seguridad de tu sofá – lo que solía hacer antes yo – tienes que salir de la zona de relajo y atreverte a ser y hacer el cambio.

 Tu legado, mi legado, es por lo que seremos recordados.