Actualmente vivimos una fiebre de mujeres al poder, y no necesariamente por ser CEO en empresas grandes, sino porque queremos usar faldas cortas pero no ser tentación. (El acoso callejero es tema aparte, y merece su propio artículo).
En el año 2011 el rey Abdulá tomó una decisión que sería el primer paso para que Arabia Saudita cambie poco a poco. Los nuevos derechos para las mujeres fueron anunciados en aquel año, y hoy bajo el gobierno del rey Salman, aún se respeta aquella decisión.
Es importante mencionar que Arabia Saudita tiene una ausencia abismal de derechos humanos, especialmente los que están dirigidos a las mujeres. Aunque, como lo mencioné poco a poco se están flexibilizando e incrementando los derechos femeninos, aun así, los remanentes difieren entre exagerados y ridículos, por ejemplo:
No pueden ir a ningún lado sin un acompañante, exacto, olvídate de ir de shopping sola, dependes de un hombre para ir a cualquier sitio, y si consigues el acompañante, no puedes probarte la ropa en la tienda, compras a la suerte, y ruegas que la blusa te quede bien. No existe una ley precisa al respecto, pero las mujeres tampoco tienen permitido manejar. Esto es algo más religioso y cultural que legal, pero todos sabemos que lo legal se vuelve incierto cuando la religión y la cultura entran en acción.
Si eres de esas chicas bonitas-portada-de-revista, pues en Arabia Saudí te queda prohibido hacerlo visible, y mira que a mi no me agrada mucho el maquillaje, pero el simple hecho que esté prohibido lo hace sin sentido y tentador a usar. Y olvídate de coquetear con el chico que te parece lindo, porque sí, también está prohibido, y el castigo mayor se lo lleva, obviamente la chica.
¿Sabías que como mujer tendrías que usar un burka para nadar? Así que olvídate de la ropa de baño de Dolce & Gabanna temporada primavera – verano, porque o lo usas sobre el burka, debajo de el, o simplemente no lo luces y te metes con ropa de diario. Y para terminar, habiendo omitido un par de reglas, mi madre nunca me habría llenado de barbies si hubiéramos vivido allá, porque no, las mujeres no pueden comprar barbies. (Ver fuente en inglés)
Jamal Al-Saadi y Safinaz Abu Al-Shamat fueron las primeras mujeres en acercarse al registro de votantes para obtener el certificado que les da el poder de tener voz en las decisiones políticas de su país. Estas y el resto de mujeres que se están preparando para tal evento histórico que tomará lugar en diciembre, no son muñecas trofeos. Saadi es una mujer de negocios, con las limitaciones del caso y Shamat es una profesora en un colegio para niñas.
Estas son las mujeres por las cuales todas las voces «feministas» deberían levantarse a luchar. Poder votar es un gran paso si lo ves de cerca, pero al ver la foto completa, te das cuenta que aún tenemos mucho que hacer, leyes bobas que eliminar, pensamientos anticuados que modernizar y sobretodo, una igualdad de género que equilibrar.
El gobierno Saudí debe eliminar las tutelas masculinas sobre las mujeres de su país, otorgarles a ellas el control completo de sus vidas, como muchas de sus iguales en otros países, y así dejar que estas féminas, capacitadas, educadas e inteligentes, sean habilitadas a contribuir en el crecimiento acelerado y beneficioso de su sociedad.