Estuve en Colombia gracias a VivaColombia, si quieres saber más sobre ellos, revisa mi artículo al respecto, mientras tanto, te cuento un poco de mi viaje fugaz.
Mi paso por Cali fue tan rápido que presumir de lo bonito que es, sería mentir. Estuve en la zona oeste de la ciudad, que es tan residencial que estoy seguro que los buses no llegan ahí ni por error. Lo que si puedo recomendar es a La Ventana de la Chicharra donde pasé mi domingo entre colombianos haciendo chacota y compartiendo su cultura.

Bogotá es donde conocí más, me hospedé en el Eco Boutique Hotel, hice la reserva por Booking y no me puedo quejar de absolutamente nada. Precio módico, sientes que has pagado muy poco por la gentil atención que recibes, y por lo bonito del ambiente, ni qué decir de los cuartos, 100% cómodos.
Incluí dentro mi reserva un early check in porque llegaba cerca de las 8am, así también, coordiné el recojo y la llevada del aeropuerto. Pidan a José Gabriel como chofer, excelente tipo, muy amable y lleno de datos interesantes sobre Bogotá.
Galerías
Luego de caminar en los alrededores del hotel, decidí aventurarme más, le pedí un taxi a la recepcionista. Importante mencionar que las casas de cambio en Bogotá son muy complicadas de encontrar, pero Galerías la tiene.
En Galerías encontrarás un Carulla, especie de hipermercado donde puedes hacer una compra básica de cositas, solo no compren al chico de Tigo que está ahí, tiempo perdido y no obtuve un chip para andar tranquila por la ciudad.
Dentro de Galerías también encontrarás casas de cambio, aún no supero el hecho de cambiar 100 dólares y salir cargando una bolsa llena de miles de pesos. Es mucho esfuerzo mental querer comprar algo, pasarlo de pesos colombianos a dólares y luego a soles peruanos, lo digo en serio.
A una cuadra de Galerías, a la mano derecha, encontrarás Cali Mio, comida típica de Colombia, los precios van un poco por encima de lo que vi en mis caminatas, pero los platos están bien despachados como para recuperar fuerzas para el resto del día.
Mirador de Monserrate
Llegar al Mirador de Monserrate probablemente ha sido mi hazaña del viaje, debía encontrarme con una amiga ahí, y para eso era necesario que tomara el transmilenio. Recomendaciones/datos importantes para el transmi:
- Descárgate la app TransmiSitp en tu celular. Funciona sin necesidad de datos, y usa GPS para indicarte donde estás y ayudarte a llegar a tu objetivo.
- La tarjeta TuLlave, para moverte entre el transmi y algunos buses, normalmente solo lo venden en las mismas estaciones. Cuesta 3 mil pesos, y cada viaje cuesta 2 mil.
- Intenta (yo fallé) entender como funcionan las calles colombianas, eso de carreras/calles aún me tiene confundida.
- No le preguntes a los policías NADA, gracias a ellos me di la vuelta a medio Bogotá.
- Pregúntale a la gente que está en el bus.
- Bajo ninguna circunstancia salgas de la estación si no estás segura de que ahí es donde te tocaba bajar.
La entrada al mirador es de 18 mil pesos (subida y bajada), la vista de todo Bogotá es impresionante. Arriba puedes comprar helados, almorzar, y hacerte un llavero-recuerdito por 5 mil pesos. Al bajar, te ofrecen un servicio de taxi, en mi opinión es seguro y módico.
Museo del Oro
El Museo de Oro es el más grande de su tipo en el mundo. Siendo honesta, los museos no son lo mío, tengo malas experiencias gracias a guías que lograron dormirme estando parada y con una taza de café encima.
A este museo decidí ir sola, pagué los 3 mil pesos de entrada, y seguí las flechas. Son 4 pisos, los 3 primeros tienen historia y mucha cosa bonita para ver. El último piso es el moderno, donde te cuenta un poco de la historia actual del país.
Lo único que puedo agregar es que si me caso con un colombiano y mi anillo de casada no ha sido robado de ese museo, no hay boda.

Museo Internacional de la Esmeralda
Cerca al Museo de Oro, está una feria linda de artesanías, creo que todos mis sourvenirs fueron comprados ahí. Y al final de la calle, está el Museo de la Esmeralda.
Lo negativo: No te dejan tomar fotos, te hacen ver un video súper largo, y no puedes hacerlo solo, siempre con guía. El tour es un toque largo.
Lo positivo: La entrada es 5 mil pesos, al final del recorrido hay un pequeño «escenario» donde SÍ puedes tomarte fotos pretendiendo ser minero sacando esmeraldas. Así también, al culminar la vuelta, hay una pequeña boutique para comprar joyería de esmeralda, los precios van desde 50 dólares (un par de simples aretes) hasta lo que llegue tu imaginación.
¿Volvería a visitar Colombia? Si. ¿Quieres ver alguna de mis fotos allá? Clic aquí. Si tienes preguntas, déjame un comentario e intentaré responderte 🙂