Al parecer Twitter se ha vuelto mi fuente para contactar posibles entrevistados. Patricio Valderrama, Don Oso y Eddie Fleischman fueron algunos de ellos. En mi tiempo de ocio diario en la plataforma, me crucé con Alessandra y muchas fotos bonitas que subía sobre flores, como la acosadora que soy entré a su perfil y terminé en la página de Facebook de T’ikay Florería.
Amo las flores en todas sus presentaciones y amo los emprendimientos así que como ya tú sabes, le mandé un mensaje, aceptó hablar conmigo y pactamos una fecha para conocernos, ella, su socia, Claudia, y yo en un café virtual hablando sobre rosas, arreglos florales y sorpresas.
El nacimiento de T’ikay
Claudia y Alessandra estaban estudiando en la universidad y al cambiar de carreras sus caminos se cruzaron hasta terminar sustentando la tesis. Terminando los años de estudio querían tener un negocio juntas así que hicieron una lluvia de ideas, y al graduarse decidieron que una florería era lo que más les gustaba y la idea más rentable.
T’ikay, que significa florecer en quechua, no tiene como objetivo ser una florería más donde puedas pedir un arreglo floral para el día de la madre, por el contrario, quieren ponerle nombre e historia propia a cada paquete que vendan. “El cliente tiene que ser el protagonista de nuestros arreglos” indica Alessandra.
Cuando alguien las contacta por un pedido le muestran primero la infinidad de arreglos personalizados que ya han hecho, para prestarle un poco de inspiración al potencial cliente. Si esto no alcanza, le hacen preguntas para ir determinando sus gustos y personalidad. Se vuelve un trabajo en complicidad entre T’ikay y el cliente. Con 2 años en el mercado limeño, tienen una tienda virtual y a largo plazo esperan tener un local para seguir fortaleciendo la relación con sus compradores.
Experiencias florales
Les pregunto si han tenido un pedido muy particular y comienzan a hacer recuento de sus entregas. “Hace dos años un papá nos pidió un corsage de rosas negras, fue complicado, conversamos con él, hicimos pruebas y definimos un color azul oscuro” me cuenta Alessandra.
Una vez tuvieron el caso de un enamorado que quería regalarle a su chica 2 plantitas en forma de piña, poco comunes en el mercado y solo durante 2 meses, aún así insistió en que eso quería, y T’ikay cumplió su deseo.
Claudia me dice que el evento más grande que han cubierto fue la boda de la hermana de Alessandra. Desde la recepción hasta el bouquet fue diseñado por ellas. En el transcurso de su carrera han cubierto muchos eventos más, aportando su estilo y consejo. ¿Será que cubrirán mi boda si algún día me caso?

¿Qué flor necesito?
Alessandra considera que “las flores son de acuerdo a la personalidad y características de la persona que las recibirá”, aunque de todas formas ellas conocen qué flor es para qué ocasión en caso el cliente solicite una recomendación formal. Claudia refuerza que “depende de la persona”, si la persona es más tradicional se quedará entre rojo, blanco y rosado, si es de otra generación quizá azul pueda ser más interesante.
Cuando se trata de bodas, lo más básico son los centros de mesa, los bouquets, el botonier del novio, un arreglo para la mesa de bocaditos y quizá un arco para la entrada. También es importante saber cuál es el espacio a decorar y si permiten flores, para así ahondar más en las sugerencias.
Por último, les pregunto sobre el mito de que no se debe tener plantas en el cuarto, mi chico pretende llenar su cuarto de plantas y yo no quiero que muera ahogado una noche de estas. Ambas me responden al unísono que es solo un mito y me recomiendan las gerberas para decorar un cuarto.

Emprendedoras 2020
Alessandra admite que es bastante difícil emprender, que incluye lágrimas y frustración pero que vale la pena. “Si tienen una idea deben aventarse, les traerá felicidad, aunque tome tiempo”. De la misma manera, Claudia me dice que “lo recomiendo porque más allá de lo difícil, emprender te hace crecer como persona, conoces a tu compañero y a tus clientes más allá de lo que te permite el sector corporativo”.
Este año ha dado un vuelco tremendo para todos los sectores del país, y las florerías no son la excepción, pero cuando tienes a dos guerreras detrás, los problemas tienen una nueva perspectiva.
T’ikay va a esperar un tiempo antes de volver a la aventura de hacer realidad los sueños florales de muchos clientes, pero su estrategia de fidelización es fuerte, ahora en sus redes sociales puedes encontrar datos curiosos sobre plantas, tutoriales para hacerlas en versión papel y más.
Alessandra prefiere las flores de colores fuertes como azules, moradas y fucsias mientras que Claudia es más tradicional con rosas, astromelias y margaritas. Hasta en gustos se complementan. Conocerlas ha sido como respirar aire con olor a plantitas frescas entre tanta jungla de cemento con pandemia. Si mañana T’inkay abre nuevamente sus puertas virtuales es hora de darle rienda suelta a tus sueños florales.