Estaba sentada en mi cuarto en Israel cuando leí un tweet suyo que hablaba sobre el antisemitismo. Yo sabía que compartíamos la pasión por el fútbol, pero no que el mismo país hacía saltar nuestro corazón. Ahora que estoy de vuelta en casa, Eddie Fleischman respondió mi mensaje por Twitter y aceptó reunirse conmigo para hacer lo que mejor hago: conversar.
Un judío en Perú
Si bien no creció en un hogar ortodoxo, sí guardaron las costumbres judías, desde la cena de los viernes por el Shabbat, hasta el ayuno por Yom Kippur. De pequeño experimentó el antisemitismo en cuotas pequeñas PERO IMPACTANTES, mientras me cuenta una experiencia en la playa cuando era niño, me pongo a pensar en los niños peruanos judíos de hoy, donde las redes sociales son un éxito para las malas interpretaciones de lo que pasa alrededor del mundo.
El antisemitismo lo ve a diario, en especial en las redes sociales. “Hay medios particularmente duros con Israel, pero también ha sectores que lo admiran”, me dice tranquilamente.
Eddie siempre fue un chico curioso, cuando se preparaba para su Bar Mitzvah estudió a fondo el judaísmo con sus dos aspectos principales: el concepto de monoteísmo, el libre albedrío para que los creyentes puedan elegir cómo llevar su religión y lo que se llama «Tikun Olam» o la obligación de todo judío de hacer lo posible para, desde su lugar, mejorar el mundo. Los judíos no solo comparten valores en común, si no también historia, idioma, civilización y luchas.
“Si me voy a Rusia y entro a una sinagoga, voy a sentirme en casa”, así de fuerte y real es la comunidad judía. Agrega que en Perú no han existido fuertes brotes de antisemitismo, por el contrario, la comunidad le ha permitido fortalecer quién es hoy. Ha jugado en torneos internacionales con la blanquirroja, pero con el escudo de la Hebraica -club deportivo de la comunidad judía en Perú-, en las Macabeadas, una suerte de juegos olímpicos para deportistas judíos alrededor del mundo.
“Me siento un ciudadano peruano que ama este país, que quiere sumar para este país pero que tiene una patria espiritual y una religión a la cual me aferro fervientemente”, concluye Eddie mientras yo juego con la estrella de David que llevo en el cuello.
El conflicto Israel-Palestina
“Hay los que tienen un odio gratuito, hasta los que tienen admiración” es uno de los comentarios que me hace respecto a cómo la gente ve a Israel. Si tuviéramos todo el tiempo del mundo, Eddie y yo podríamos comparar notas, experiencias, y conocimientos sobre el conflicto más famoso del Medio Oriente, pero como comunicadores que somos, le pido un consejo para aquellos que sienten la autoridad de opinar al respecto.
Sus palabras son exactamente lo que pienso yo: “que se informen de todos los lados, que conozcan la historia completa. Que busquen información sobre la «Declaración Balfour», la partición de Palestina, la Guerra de Independencia, la del Sinaí, la de los 6 días, la de Yom Kippur y todos los conflictos armados para defenderse del acoso permanente del terrorismo extremista.
Le ha tocado sentarse con periodistas que no entienden o saben del conflicto. Recomienda leer el tratado de paz entre Israel y Egipto, e Israel y Jordania. Si existen estos acuerdos con ambos países, una relación diplomática, proyectos de cooperación mutua y mucho más, ¿por qué no con Palestina? Te dejamos la pregunta abierta.
Perú –Israel
Tú ya sabes que yo estoy obsesionada con Israel, pero Eddie recién lo está entendiendo. Cuando le pregunto que es lo que más extraña de Israel me dice que “cada rincón, visitar el Muro Occidental en Jerusalem, escuchar y hablar hebreo, el mar Mediterráneo, el bullicio, la vida agitada en la metrópolis que es Tel Aviv hoy», pero sobre todo sus amigos del colegio que emigraron y se quedaron por allá.
“¿Qué puede aprender Perú de Israel” le pregunto, me responde que Israel es un Estado más plural e inclusivo y es verdad. En Perú nos jactamos de ser de todas las sangres, pero sabemos que el corte de discriminación sigue siendo muy profundo. En Israel hay una cultura de inclusión sin importar nacionalidad, creencias o preferencias, hay respeto por las minorías y hay una vocación total por valorar la educación, la mejoría, la tecnología y el crecimiento.
“¿Y qué podría Israel aprender de Perú?” repregunto, él me responde que “la gastronomía israelí puede ampliarse y mejorar” y ambos reímos porque es cierto, la comida israelí es rica pero no tan variada, amplia y deseada como la peruana. Habla también sobre el calor humano, mientras el israelí es directo y algo tosco, el peruano es cálido, te hace sentir en casa.
Periodismo deportivo
Me gusta el fútbol, pero Eddie me tiene atrapada en una nube histórica con todos los datos que menciona y que él asume que obvio yo sé. ¿Cómo llegó a ser uno de los comentaristas de fútbol más conocidos en el Perú? Simple, de niño se enfermó de fútbol y de deporte.
Creció viendo los partidos en una pantalla a blanco y negro, y fue en su primera visita al estadio en que descubrió los colores futbolísticos. No solo practicaba deportes, leía al respecto, los veía, los escuchaba por radio, era un fan enamorado. Al terminar el colegio no sabía qué carrera estudiar – todos hemos estado ahí. Sus opciones eran tan amplias como las mías, Administración de Empresas en la Pacífico o Comunicaciones en la de Lima para él; Economía en la Pacífico, o Comunicaciones en la San Martín para mí. Él se fue por la primera, yo por la segunda.
“Un amigo me presentó a Miki Rospigliosi para que trabaje en Ovación de radio El Sol y ahí comencé mis prácticas”. Estando allí aplicó su visión empresarial para conseguir auspicios y alimentar su pasión por el deporte. Luego tendría su propio programa, lo llamarían de distintos canales y su voz sería escuchada no solo en el Perú si no alrededor del mundo.
Le pregunto si es rentable o recomendable ser periodista deportivo hoy en día, me dice que lo primero es estudiar comunicaciones, ya que te dará un abanico de herramientas, y luego preguntarte si en serio quieres hacer periodismo deportivo para buscar una especialización. “En el Perú hay poco deporte, y por ende poco espacio para trabajar”, pero considera que el que tiene la pasión y la información, puede lograrlo. Si solo quieres tener un carnet y pases libres para los eventos, esta no es la carrera adecuada. Pasión, trabajo y capacidad, es lo que ha llevado a Eddie a la posición en la que está hoy.
Fútbol local
Cuando le dije a mi papá que entrevistaría a Fleischman para mi blog me dijo: «él toda la vida defiende a Claudio Pizarro.» Así que no pude evitarlo y le pregunté a Eddie qué onda con Pizarro.
Para Eddie, Pizarro ha sido el futbolista más exitoso que ha tenido el fútbol peruano. Mientras escribo estas líneas acaba de romper un récord como el jugador más veterano metiendo un gol en la Bundesliga, lamentablemente no le tocó destacar de la misma manera en nuestra selección.
“Cuando veo un cargamontón, me gusta escuchar a ambos lados” me lo dice seriamente, agrega luego que si en Europa sonó fuerte el nombre de Perú en determinado momento, era por Pizarro, no solo un ejemplo de profesional y también con una familia bien establecida. “Pizarro siempre dio la cara”, finaliza.
Antes de encontrarme con Eddie me di cuenta de que no sabía cuál era su equipo favorito de la liga peruana, le pregunté a un amigo y me dijo que nadie sabía, pero parecía que la U. Mi amigo no estaba equivocado del todo, porque lo suyo ha sudo cambiante.
A Fleischman le gusta el equipo que funcione bien, que lo haga disfrutar del juego y eso me gusta. Me dice que no sigue equipos, por el contrario, es un aficionado e hincha de los jugadores. En el 74 seguía a la U, ahí estaban Oblitas, Rojas, Chumpitaz, que luego se irían al extranjero. Para el 77 era seguidor de Cueto, Velásquez, Cubillas y Sotil en Alianza. Disfrutó del gran Cristal 97 subcampeón de la Libertadores y del Cienciano campeón, con el que lloró de emoción por su título en la Sudamericana.
“El periodismo hizo que perdiera el romanticismo por un equipo en particular, mi lucha fue, es y será combatir a los jugadores, entrenadores y dirigentes vagos y de conductas deshonestas y antideportivas”. A mí, me encanta su pasión.
Fútbol internacional
Empezamos hablando del mundial, él estaba en el Nacional en la noche narrando el último partido contra Nueva Zelanda, yo en un cuarto en la mitad de Tel Aviv a las 4am. Perú clasificó al mundial, yo grité y recordé a mi abuelo cuando me contaba de las veces que fuimos al mundial y cuánto le gustaría verlo, espero que lo haya hecho desde el cielo.
Eddie, aquella vez, protagonizó un video que daría la vuelta al mundo, narrando la clasificación junto a Daniel Kanashiro y llorando emociones, sueños y pasión acumulada a través de los años. “El único partido donde me permití llorar así, fue cuando Perú clasificó al mundial”, acota.
Se viene la Copa América y mi chiquilla interior ya está preparando la garganta para gritar gol peruano, pero Eddie es más realista y maduro para estas cosas. “Creo que Perú es un equipo más competitivo de lo que era antes de Gareca, ahora nos verán distinto, pero aún no estamos para campeones, semifinales quizás sí”, acota.
La única otra selección por la cual Eddie lloraría es la de Israel, que no va al mundial desde México 70. En Rusia le preguntó a un periodista israelí para cuando su selección volvería a un mundial y éste fue muy tajante en decirle que nunca porque “trabajamos con la cabeza, no con los pies”.
Israel no puede jugar en su confederación correspondiente, la de Asia, por temas políticos, así que jugó por un tiempo en la confederación de Oceanía, hasta que su dirigencia se dio cuenta de que no había competitividad allí así que decidieron mudarse a la UEFA y competir con los europeos en clubes y selección. Quizá no irán al mundial pronto, pero se codean con los grandes y a largo plazo podrían dar buenos resultados.
Eddie sonríe cada vez que le hago preguntas de fútbol, se apasiona con la historia y me hace querer llevar un curso sobre la trayectoria del fútbol a nivel internacional. Eddie tiene un lugar especial en su corazón y en sus genes para Israel y el judaísmo. Eddie sabe que la pasión es lo que le hace a uno alcanzar sus metas.